El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso sorprendió este jueves al echarse para atrás en las graves acusaciones que durante años sostuvo contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez. En una diligencia ante la Fiscalía, derivada de la querella por injuria y calumnia interpuesta por el exmandatario, Mancuso aseguró que no tiene pruebas que respalden los señalamientos que hizo en la JEP y en pronunciamientos públicos, y pidió disculpas formales.
Durante la audiencia, Mancuso hoy designado como gestor de paz, expresó su disposición a conciliar y reconoció que sus afirmaciones anteriores no le constan. “No me consta que el doctor Álvaro Uribe Vélez hubiera participado en la lamentable acción criminal perpetrada por las AUC que acabó con la vida del señor Eudaldo León Díaz, exalcalde del municipio del Roble”, declaró ante el ente acusador.
El excomandante de las Autodefensas también admitió el impacto que tuvieron sus declaraciones en escenarios de justicia transicional, donde su palabra adquiere un alcance público. “De manera franca, respetuosa y sin ambigüedad, presento disculpas al doctor Álvaro Uribe Vélez si mis declaraciones le produjeron malestar o afectaron su buen nombre”, señaló en la propuesta de conciliación radicada ante la Fiscalía.
La entidad fijó para el próximo 4 de diciembre la audiencia en la que la defensa de Uribe deberá definir si acepta o no la retractación y si esta cumple los requisitos legales necesarios para reparar el daño causado. Mientras tanto, la sorpresiva reversa de Mancuso reabre la discusión sobre el origen de sus señalamientos pasados, que, según reconoció este jueves, se basaron en versiones de terceros y no en pruebas verificables.