El municipio de Uribia fue escenario este viernes de un Consejo Extraordinario de Seguridad, convocado tras los recientes hechos de hurto de vehículos que han encendido las alarmas en la zona. La reunión contó con la presencia de la Policía Nacional, el Ejército, representantes de entes investigativos, la Secretaría de Gobierno Departamental, la Secretaría de Asuntos Indígenas y autoridades municipales, con el fin de analizar la situación y establecer nuevas medidas frente a la creciente inseguridad en el territorio.
El Consejo se realizó luego del hurto de cuatro vehículos de la empresa Energía Bogotá, ocurrido en horas de la mañana del jueves, cuando los trabajadores de la compañía se desplazaban hacia su zona de operaciones en el sector de Wimpeshi. Durante el trayecto, a la altura del kilómetro 65 de la vía antigua, hombres armados interceptaron los automotores y obligaron a descender al personal. En medio de la acción delictiva, uno de los vehículos presentó fallas mecánicas, circunstancia que llevó a los asaltantes a apropiarse de un vehículo del área social de la empresa Cerrejón, tras obligar a descender a sus ocupantes, abandonando la camioneta averiada en el lugar.
Las autoridades informaron que los vehículos hurtados fueron movilizados hacia la zona rural y posteriormente a inmediaciones del kilómetro 67, con destino presuntamente hacia territorio venezolano, aprovechando la posición estratégica de Uribia como municipio fronterizo. Gracias a la reacción inmediata de la Fuerza Pública, fue posible la recuperación de uno de los automotores, mientras continúan las operaciones de búsqueda e inteligencia para ubicar los demás.
Durante la sesión, el secretario de Gobierno Departamental, Misael Velázquez, participó de manera virtual y señaló que la situación de inseguridad en la frontera requiere un trabajo articulado entre los tres niveles de gobierno: municipal, departamental y nacional. En la misma línea, el secretario de Gobierno de Uribia, René Alberto Lindarte Velásquez, propuso elevar este tema al nivel nacional y sugirió la instalación de mesas de trabajo con la Cancillería, con el fin de coordinar estrategias más efectivas para reforzar los controles en la zona limítrofe. “Por cada secuestro o hurto que se comete, los delincuentes terminan utilizando la frontera como vía de escape. Es necesario que esta problemática sea asumida directamente desde el Gobierno Nacional”, puntualizó.
Por su parte, la secretaria de Asuntos Indígenas de La Guajira, Oriana Zambrano Montoya, destacó la necesidad de fortalecer la presencia institucional en la Alta Guajira y reiteró el llamado a la Fuerza Pública para que se cumplan los compromisos adquiridos en el Consejo de Seguridad celebrado semanas atrás en Riohacha con el ministro de Defensa. Según explicó, los resultados de estas acciones deben ser contundentes y sostenibles frente a la ola de criminalidad que afecta al departamento.
En el marco del Consejo también se abordaron otras problemáticas como el secuestro y la extorsión, delitos que, sumados al hurto de vehículos, generan un impacto negativo en la población, las empresas y en el desarrollo de los proyectos estratégicos de parques eólicos que actualmente se ejecutan en el territorio.
La administración municipal, en cabeza del alcalde Jaime Luis Buitrago García, aunque no estuvo presente de manera física, reiteró que se trata de un trabajo incansable y prioritario, orientado a garantizar la seguridad de los ciudadanos y la estabilidad de las inversiones que representan futuro para Uribia. “No bajaremos la guardia. Seguimos trabajando de manera articulada con el Ejército, la Policía y las instituciones departamentales y nacionales para proteger a nuestra gente y a las empresas que confían en el municipio”, señaló el mandatario.
El Consejo concluyó con la decisión de intensificar las operaciones de patrullaje, inteligencia e investigación criminal en los corredores urbanos y rurales, además de fortalecer la coordinación interinstitucional en el área fronteriza. Con ello, las autoridades buscan frenar el accionar de los grupos delictivos que, aprovechando la cercanía con Venezuela, cometen este tipo de delitos que afectan la tranquilidad de Uribia y de todo el departamento de La Guajira.